Masa de pizza casera con levadura y harina
La masa de pizza casera con levadura y harina se elabora muy rápido. Ahórrate dinero en congelados y hazla en casa, notarás la diferencia.
La masa de pizza casera es un ingrediente que facilita mucho las cosas en la cocina. Lo mejor es que se pueden lograr grandes resultados desde el hogar. En su origen, se cree que las pizzas fueron creadas en Nápoles en algún momento del siglo 17. No obstante, el antepasado de este plato data de la Antigua Roma. En aquel entonces se horneaba sobre piedras, siendo su fórmula similar a la receta actual.
La pizza es un alimento extremadamente sencillo de realizar que logra excelentes resultados. La receta consiste en añadir proteínas, hierbas y vegetales sobre una masa que posteriormente es horneada. Se podría decir que esta es una de las preparaciones que requiere menos técnica culinaria y vigilancia. Todo en este plato tradicional italiano es previsible, lo cual es ventajoso. Muchas personas están acostumbradas a comprar el carbohidrato hecho, pero también puede prepararse en casa.
La masa de pizza casera es similar a otros carbohidratos utilizados en la comida rápida. La mayor ventaja de este alimento es que su método de preparación es horneado. Esto es mucho mejor que, por ejemplo, las propuestas fritas. Esta no es la receta más saludable, pero es mucho más equilibrada que otras. Todo dependerá también de los ingredientes que se elijan para preparar el relleno. A continuación, verás qué sencillo es hacer la base de las pizzas en el hogar… ¡Continúa leyendo!
Ingredientes:
Cómo preparar una masa de pizza casera con levadura y harina:
- Calentar media taza de agua hasta entibiar y mezclar con la levadura en un bol.
- Tapar la mezcla de la levadura con papel film y dejar reposar durante diez minutos.
- Mezclar en otro recipiente la harina y la sal, haciendo un hueco en el medio.
- Verter la mezcla de la levadura en el hueco abierto en medio de la harina y la sal.
- Incorporar el resto del agua tibia, el aceite de oliva y amasar la mezcla.
- Reposar la harina durante 15 minutos y estirar en la mesa de trabajo. Incorporar un poco de harina de trigo.
- Estirar la masa con un rodillo y formar un círculo con ella. Reposar durante 15 minutos más.
A partir de aquí es posible hornear la masa durante unos 6 minutos y congelarla. Lo mejor es que este ingrediente se conserva por largo tiempo.